sábado, 3 de marzo de 2012

Una mala costumbre.

Tenemos la mala costumbre de criticar a las personas, de recordarles cosas que no han hecho bien o meternos con sus defectos. Pocas veces alabamos a alguien, o le decimos a la cara sus virtudes o que bien has cocinado hoy. 
Posiblemente sea para no sentirnos inferiores, inseguros o imperfectos, pocas veces se dan las gracias a las madres por habernos lavado la ropa, doblado y planchado, por hacernos de comer, por cuidarnos en los malos momentos o el esfuerzo que hacen los padres para que sus hijos tengan lo mejor, algunos lo harán mejor que otros pero todos ponen lo mejor de ellos. 
Lo mismo nos pasa con la gente, te ríes de su pelo, de mira lo que me dijo el otro día, yo no podría hacer eso, podríamos estar diciendo cosas malas de los demás sin ningún problema. Cuesta más decir que maja es esta chica siempre esta sonriendo, pues el otro día fulanita me llamo para ver que tal estaba, pues es muy inteligente y se merece lo que tiene... Y lo triste es que a veces sólo nos acordamos de estas cosas cuando ya no están a nuestro lado. Nos cuesta hablar así de los demás, supongo que es para que parezca que nosotros tenemos menos defectos, es una manera subliminal de sentirnos mejor con nosotros mismos.

Estaría bien cambiar el chip intentar ver lo mejor de las personas y que nos aportan y sacarle el mayor partido de ellas, a lo mejor así aprenderíamos algo nuevo de la vida.

Besos.

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